Ruta a las minas de Alevia
Las minas del Pilar o minas de Alevia están situadas en la parte más oriental de la Sierra del Cuera, en los Picos de Europa. A más de 600 metros de altitud es una ruta fácil, bonita y muy didáctica. Su duración podemos variarla a nuestro antojo pero el circuito que os proponemos nos llevará unas tres horas, pudiéndolo alargar o acortar una hora aproximadamente.
En los alrededores de la Minas de Alevia podremos observar fauna y flora autóctona, animales domésticos y vestigios de las ya clausuradas minas, cuyo principal mineral de extracción era el Ferromanganeso.
Partimos de Alevia, un pequeño pueblo de arquitectura indiana, situado a los pies de los Picos de Europa. Estamos en el lavadero del pueblo y comenzamos a subir una empinada rampa de hormigón en dirección norte. A los pocos metros nos desviamos a la izquierda por un camino dejando la pista de hormigón para la bajada.
El camino asciende por la cara sur de la Sierra del Cuera lo que nos permite ver el valle de Peñamellera Baja, los Picos de Europa, el río Deva y el comienzo del desfiladero de la Hermida. Subimos de forma lenta y pausada pues nos recreamos con el paisaje y sacando numerosas fotos.
El sendero es estrecho y algo expuesto terminando en un zigzag durillo hasta encontrar una valla que nos da la bienvenida a las minas del Pilar y al terreno más o menos llano.
Como es zona de pastos, vemos a nuestro alrededor vacas, caballos, ovejas y alguna cabra. En el cielo sobrevuelan los córvidos, algún ave rapaz y casi seguro algún buitre.
Llegamos a un cruce donde podremos elegir girar a la derecha y hacer un circuito circular o avanzar de frente para subir a las antenas de repetición situadas sobre Cavandi. La pista por la que avanzamos es buena y ancha; al llegar a la estación de repetición el paisaje es impresionante, pudiendo distinguir claramente el Pico Urriellu entre otros de los Picos de Europa.
Un pequeño almuerzo sabe aquí muy diferente, más apetecible, más autóctono. Desandamos nuestros pasos para llegar al cruce donde ahora girando a nuestra izquierda entramos en el centro neurálgico de las antiguas minas de Alevia. Podremos imaginar los barracones de los obreros, la torre del transformador, las tolvas de lavado del mineral entre otros enseres e instalaciones que aún subsisten al paso del tiempo.
La sorpresa es grande cuando avanzamos pues tras dejar un paisaje de alta montaña con los Picos de Europa vemos el mar Cantábrico a nuestros pies. Impresionante paisaje de la costa asturiana y cántabra. Desde Llanes a San Vicente de la Barquera alcanzamos a ver del paisaje marinero. Si el día es ventoso, con la mar picada podremos ver los sifones de Santiuste en pleno apogeo. Por el contrario si el día y la mar están en calma, podremos observar los barcos faenando diminutos en la inmensidad del mar.
Encontramos un cruce con el camino que sube de la Borbolla y el que asciende por la pista de hormigón para volver a Alevia. Tras unas rampas duras ya volvemos a ver el valle de Peñamellera Baja, con Panes y Siejo separados por el río Deva.
La bajada es muy pronunciada y la tenemos que bajar con mucho cuidado. De nuevo en el punto de partida, el pueblo de Alevia bien merece una visita.
Longitud: 7 Km (aproximadamente).
Desnivel: 350 metros.
Duración: 3 horas.
Dificultad: Baja. Tiene tramos algo expuestos.
Consejos: Ir bien equipados, ropa cómoda, crema solar, ojo la gente con mucho vértigo, las mascotas amarradas, ideal con peques.
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