“Las Agueras”
La ruta “Las Agueras” recibe su nombre debido a que enlaza el barranco “Navedo” con el barranco “Cicera” que llevan agua abundante durante todo el año.
Esta ruta la podemos encontrar a orillas del río Deva, en mitad del desfiladero de la Hermida, en la zona más Oriental de los Picos de Europa. Tiene un desnivel de 400 metros y una duración aproximada de cuatro horas a ritmo suave.
Las Agueras es una ruta algo exigente, solo en sus primeros cuarentaicinco minutos (hasta llegar al pueblo Cicera que da nombre al barranco),
luego se torna a un paisaje emboscado y muy llevadero incluso los días más calurosos de verano,
Para terminar bajando por el barranco del Navedo donde en verano podremos ver a algún barranquista disfrutando en el río.
El mejor punto para iniciar la ruta es dejar el coche en un pequeño aparcamiento junto a la carretera, donde las aguas del río Cicera se unen con las del río Deva.
La ruta está bien señalizada y en el comienzo podremos ver un cartel que nos informa de su recorrido.
Subir por el barranco Cicera es la mejor opción no solo por el aparcamiento si no porque empezaremos a andar por un barranco más abierto y largo que el Navedo.
El paisaje es de alta montaña a pesar de estar a menos de doscientos metros de altitud. Vamos progresando por un camino a trozos empedrado pues era una de las vías que antaño comunicaba el camino francés con el camino del norte del famoso Camino a Santiago.
Al llegar a Cicera pueblo, debemos detenernos a observar sus molinos de agua, su lavadero, sus casas bien conservadas, así como su estilo de vida humilde;
pues podremos observar a sus gentes inmersas en los quehaceres típicos de un pueblo de montaña: cortar leña, dar de comer a las gallinas o sembrar la huerta de hortalizas.
Fuera del pueblo veremos la hermita de Santa Catalina,
con poco valor arquitectónico, pero sigue siendo un claro testigo del paso del tiempo, pues su construcción data del siglo diez.
Por una pista nos adentramos en un bosque de robles principalmente que más tarde cambiará a unos castaños del Medievo. El recorrido es agradable y podemos apreciar a nuestro paso alguna ardilla, el sonido martilleante del pájaro carpintero entre otros. Los amantes de las setas podrán deleitarse también, pues esta zona es muy prolífica de este tipo de hongos.
Al salir del bosque vuelve a rugir el río con fuerza, en este caso es el Navedo,
que lo vemos más cercano e incluso nos invita a un baño en sus refrescantes aguas.
El camino baja por una calzada horadada en la roca antes de llegar a la carretera por donde debemos recorrer 1,6 Kilómetros para llegar al punto de partida.
Longitud: 7 Km (ida).
Desnivel: 400 metros.
Duración: 4 horas.
Dificultad: Baja, media.
Consejos: Intentar no tener que hacer el tramo de carretera (al menos con niños o mascotas), llevar agua y frutos secos o barritas .
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